Actualizado el: 6/3/2025
El Origen del Cóctel Bellini y Su Influencia Duradera

Pocos cócteles capturan la elegancia italiana como el Bellini. Creado en Venecia a mediados del siglo XX, su historia es tan brillante como el tono durazno en cada copa. Para entender el atractivo del Bellini, es esencial observar su lugar de nacimiento, el icónico Harry’s Bar, y las corrientes culturales más amplias en juego.
Raíces Venecianas: Harry’s Bar y Giuseppe Cipriani
La creación del Bellini se atribuye a Giuseppe Cipriani, fundador de Harry’s Bar en el Gran Canal de Venecia. En 1948, Cipriani mezcló puré de durazno blanco con vino espumoso para una especialidad de temporada. Su color único le recordó los tonos rosados usados por el pintor renacentista Giovanni Bellini, inspirando el nombre de la bebida. Lo que comenzó como una celebración local de la fruta de verano se convirtió en un símbolo global de la joie de vivre italiana.
Cultura Italiana y el Ascenso del Bellini
La cultura de la hospitalidad italiana es el telón de fondo del Bellini. El aperitivo—el rito italiano de bebidas ligeras antes de la cena—pone los ingredientes frescos en primer plano. El énfasis del Bellini en duraznos maduros y prosecco crujiente prosecco refleja este compromiso con la estacionalidad y la armonía. A diferencia de los cócteles americanos complejos de la época, el Bellini abrió paso a una era de bebidas más ligeras y frutales que son fáciles de preparar pero que llevan una elegancia inconfundible.
Receta Cipriani Bellini: La Forma Clásica
La receta original del Bellini de Cipriani pedía solo dos componentes: puré de durazno blanco y prosecco seco. Preservando la simplicidad de la tradición veneciana, la preparación evita aditivos, manteniendo los sabores puros. Aunque los duraznos blancos frescos pueden ser estacionales, usar puré de durazno de alta calidad es la siguiente mejor opción. Opta por prosecco seco, no demasiado dulce, para respetar el equilibrio de la bebida.
- 60 ml de puré fresco de durazno blanco (colado para suavidad)
- 90 ml de prosecco seco, bien frío
- Vierte el puré de durazno blanco en una copa flauta fría.
- Agrega lentamente el prosecco, revolviendo suavemente para mezclar.
- Adorna con una fina rodaja de durazno, si lo deseas.

De Ícono Veneciano a Aperitivo Global
El Bellini de Cipriani se convirtió en el favorito de artistas, escritores y estrellas de Hollywood que frecuentaban Harry’s Bar. Su fama se extendió rápidamente, uniéndose a la lista corta de cócteles que definen la cultura del aperitivo en todo el mundo. A medida que la producción de prosecco florecía y los ingredientes italianos ganaban admiradores internacionales, el Bellini evolucionó en una plantilla versátil—cambiando duraznos amarillos o incluso frambuesas para variaciones estacionales.

Respetando el Legado: Consejos para un Bellini Auténtico
- Usa duraznos blancos maduros para el puré más claro y fragante.
- Enfría bien tanto el puré como el prosecco antes de mezclar.
- Evita el azúcar o licor añadido—deja que la fruta y el vino espumoso lleven la bebida.
- Sirve en copas flauta delgadas para mantener las burbujas y resaltar el aroma elegante.
Desde Harry’s Bar hasta brunches en azoteas alrededor del mundo, el legado del Bellini perdura. Su mezcla de origen artístico, preparación sencilla y refresco puro encarna el corazón de la cultura del cóctel italiano—una copa de durazno a la vez.