
Pocos cócteles evocan el verano como una bebida de tequila con soda de pomelo. Parte ácido y cítrico, parte refrescantemente ligera, este clásico es tanto sobre la luz del sol como sobre la simplicidad. Si alguna vez has disfrutado de un Paloma—o quieres una variación de tu highball habitual—la soda de pomelo y el tequila se combinan para un cóctel impresionante, fácil de preparar en casa, flexible en sabor y abierto a infinitas interpretaciones.
El cóctel de tequila con soda de pomelo tiene un orgulloso legado mexicano como la querida Paloma. Mientras que los estadounidenses suelen optar por margaritas, en bares y cantinas de todo México, la Paloma reina suprema. Algunas historias dicen que el nombre proviene de “la Paloma,” que significa paloma, idolatrada por su tono romántico. Otros creen que la bebida ganó popularidad a mediados del siglo XX, popularizada por las sodas efervescentes de pomelo que llegaron al mercado mexicano.
Una receta de cóctel de tequila con soda de pomelo se prepara en momentos, incluso si haces varias por invitados. Las claves: tequila blanco (silver) de alta calidad, la soda correcta y guarniciones pensadas.
No todas las sodas de pomelo son iguales para usar en un cóctel de tequila. En México, Jarritos y Squirt son opciones predilectas: relativamente secas, vivaces, con sabor brillante y justo el punto de dulzura. Fuera de México, busca sodas especiales como Q Spectacular Grapefruit, Fever-Tree Sparkling Pink Grapefruit, o San Pellegrino Pompelmo. Evita sodas comerciales con edulcorantes artificiales fuertes: fresco, ácido y ligeramente amargo es el objetivo.

La presentación transforma un simple cóctel de tequila con soda de pomelo en algo festivo. Un grueso borde de sal marina escamosa o condimento Tajín de chile-limón realza el cítrico y el agave. Para adornar, los clásicos incluyen una gran rodaja de pomelo rosado, una rueda delgada de limón o unas pocas semillas de granada rojo rubí para un toque visual. Si sirves para un grupo, ofrece jarras para que los invitados puedan prepararse a su gusto, ajustando el limón y la soda según preferencia.

¿Qué hace que la bebida de tequila con soda de pomelo sea eternamente popular? En parte su adaptabilidad: refresca en el calor insoportable, combina perfectamente con la comida mexicana fuerte y es fácil de escalar o modificar para nuevos estados de ánimo. Pero más profundo aún, hay nostalgia: un sabor a tardes oaxaqueñas, o a barbacoas en el jardín acompañadas de aromas de agave y cítricos. Con cada sorbo, es una bebida que recuerda que los mejores cócteles necesitan poca complicación, solo sabores bien combinados y buena compañía.